miércoles, 8 de junio de 2016

Infierno del dormido, pasión del despierto

La voz del presentador del noticiero retumbaba en su cabeza como un eco que traspasaba el tiempo y el espacio de tal modo que pareciera haberse detenido en un ensalmo deleznable como el acto que acababa de suceder. La trágica imagen atravesó impunemente sus pupilas que en un acto natural de asombro y perplejidad se extendieron exageradamente hasta convertirse en dos inmensos pozos negros llenos de angustia. 

Salio lentamente de su estupor, dejando atrás esa especie de shock fortuito que la desgarradora escena le había causado. Un nuevo asesinato había sido perpetrado en su ciudad. En todo el planeta Tierra seguían muriendo a diario humanos en manos de sus semejantes. Ese día Iván quedó mas afectado que de costumbre. No supo muy bien a que se debía este acontecimiento pero abruptamente tuvo que salir al encuentro del servicio para expulsar de su cuerpo todo el alimento que pocos momentos antes, había devorado con vivo entusiasmo. La palidez de su rostro revelaba un malestar profundo, intenso. Las mejillas perdieron por momentos el cálido rubor que le era natural, sus labios se encogieron en un extraño temblor que su mandíbula acompañaba sin que el pudiera impedirlo. Una lagrima recorrió su rostro como agua de lluvia que cae con fervor sobre un terreno baldío.


El resto de la familia siguió conversando alegremente en el comedor, con un noticiero que era plenamente ignorado a pesar de estar a todo volumen pareciendo celebrar con ellos el bullicio presente. Las ametralladoras resonaban en los altavoces, los gritos desgarrados de una madre llorando desesperada, los ojos asustados de unos niños perdidos, sucios e hinchados por el terrible hambre que les era servido tras la guerra de su pueblo toparon con los de Iván que recostado sobre el frio suelo del baño empujo desganado para ocultar su estado a los demás. 

La angustia recorrió su garganta como si una serpiente escurridiza y terrible hubiera siseado hasta su cuello sin que el pudiera siquiera darse cuenta. En pocos instantes sintió como la bestia apretaba con brío su cuerpo escamoso y libidinoso de muerte y dolor. Acorralado por esa presencia que no tenia forma ni cuerpo, que era invisible ante los ojos y el inmutable espejo, pero que terriblemente podía sentir estrangulando su garganta sin piedad ni cansancio apreciable, se dejo caer entrecerrando sus ojos en un acto reflejo despojándose de todo sufrimiento, dolor o compasión sentida hasta ese momento. 

Se sintió volar. Flotaba. No sabía muy bien donde estaba, era un lugar oscuro, sombrío e inquietante. Una luz brillaba en el fondo a lo lejos y de repente una boca gigantesca de enormes colmillos afilados como agujas se abalanzó sobre él  de forma imprevista y extraordinariamente rápida. De un salto pudo evitar ser tragado por aquel monstruo. Ahora, por fin, podía verlo. Era una especie de dragón, sus ojos irradiaban frialdad. Eran distantes y vidriosos como los de cualquier reptil de la tierra. Sin un ápice de compasión ni dulzura. Crueldad, agresividad, bravura, instinto. El animal estaba frente a él esperando el momento oportuno para darle caza. Nada se veía al rededor, y ver a su opositor no era mucho mejor que ignorar su aspecto hasta ahora desconocido.





Su gran tamaño era realmente perturbador, sus enormes garras de acero brillaban con un fulgor enfermizo. De su vil cuerpo emanaba una especie de fluido amarillento y de su boca putrefacta un extraño vapor verdoso que se filtraba hasta sus narices que como un toro embravecido empujaba con fuerza para asustar a su pobre victima, inmóvil esta por la impresión y el miedo.

-"¡Iván!, ¡Despierta!, ¡Iván!" - Un golpe seco traspasó de improviso su mejilla. Empezó a notar el peso de su cuerpo, desapareció de su vista el maldito animal y entreabriendo sus largas pestañas pudo ver el rosto desencajado, presa del miedo, de su querido abuelo Gabriel. - "Iván, hijo mio, ¿pero que ha ocurrido? Toma, bebe un poco de agua y vamos a tu habitación."-.

Nieto y abuelo llegaron abrazados hasta la cama y entonces entre sollozos y balbuceos Iván le contó la extraña experiencia a su abuelo. -No puedo soportar el dolor que existe en este planeta abuelo. No concibo tanta maldad. ¿Como puede un hombre matar a otro abuelo? ¿Como?. - Gabriel torció el gesto, se quedo un momento en silencio mirando las flores que bailaban tras la ventana mecidas por el suave viento del verano y le dijo: -¿De verdad quieres saberlo? ¿Reconfortará eso tu alma mi querido Iván?- Sí abuelo- le dijo asombrado. No podía imaginar como podía su abuelo tener la respuesta a tan difícil pregunta. Aunque bien sabia el que su abuelo era un hombre muy sabio. -Bien, entonces, escucha con atención lo que voy a contarte.

Hace muchos años, cuando tu eras muy pequeño te encontré en el jardín jugando entre las hierbas y macetas de tu madre. Cuando me acerque para ver en que estabas tan entretenido pude ver horrorizado como estabas arrancando una a una las patas de un desgraciado saltamontes. El corazón se me encogió de dolor por ese acto ruin, me enfadé mucho contigo Iván, aun me duele pensar como te grité en esos momentos. Te dije que eras un niño muy malo, que te fueras a tu cuarto y no volvieras a jugar nunca mas en el jardín. Te fuiste llorando desesperado, tanto que tu madre alarmada se acerco corriendo a ti pensando que te habías hecho algún daño físico. Pero mi querido Iván, fue mucho peor que eso, te dañe el corazón. Te grite a ti, mi pequeño, que con tanto amor y devoción te abrazabas a mi mano desde el primer momento en que me vieron tus pequeños ojos desde la cuna a las pocas horas de nacer.

Nadie de la familia pudo entender mi reacción. Nadie comprendió el dolor que asoló mi alma al ver a ese pobre ser desvalido arrastrase lastimosamente intentando huir de una muerte segura, sus movimientos torpes, desgraciados, arañaban mi sensibilidad con una fuerza desgarradora. 

Sé, y no me importa, que todos me ven como un chiflado. Nadie sabe cuanto me dolió darme cuenta de mi brusquedad contigo. Tu inocencia infantil no se merecía de mí ese acto de agresividad verbal. Aún me duele mi pequeño. - ¡Pero yo no pude hacer tal cosa abuelo, sabes que amo a todos los seres al igual que tú! Debió ser mi hermano, te confundes, seguro que fue él, ya sabes que no tiene compasión por nada ni nadie como el resto. El al igual que el resto, son fríos como el hielo abuelo. - No, mi querido Iván. Lo recuerdo perfectamente. Créeme si te digo que no fue un buen día para mí. 

Sucede que cuando no somos plenamente conscientes del mal que hacemos nos es fácil y hasta cierto punto satisfactorio llevarlo a cabo. Para ti, no era mas que un juego entretenido, curioso por ver que ocurría. Sabías que lo que hacías no era bueno pero no sentías el dolor que estabas provocando, por ello podías acallar tu consciencia y continuar alegremente con tu horrible juego infantil.  La ignorancia nos lleva a los actos más deleznables que puedas imaginar. 

Tú, al igual que aquel asesino os dejasteis llevar por el momento sin poneros en ningún momento en el lugar de la victima. Evidentemente él, como adulto, sabe muy bien el mal que ha cometido pero no siente ese dolor porque es incapaz de empatizar con la victima. Es ignorante del mal que a causado. En su mente esta como en un ordenador un aviso que dice "lo he hecho mal", "soy malo" o cualquier otro similar, pero como su alma aun es ignorante, su mente se excusa buscando razones que bien sabe, en el fondo son todas injustificables. 

Imagina por un momento que el asesino se parara a imaginar el dolor de la victima. El miedo, la angustia, el terror, el sufrimiento, que fuera capaz de sentirlo en carne propia como si fuera suyo, entonces Iván, ese asesino dejaría de ser tal, porque no podría cometer su acto hostil, no al menos en esos momentos en que su consciencia sería plena sobre el desarrollo de sus acciones. 

El verdugo se aleja emocionalmente de la victima tanto como es capaz, se desvincula de ella tanto como su mente le permite. Se castran emocionalmente a si mismos para poder hacer aquello que consideran oportuno por cualquier circunstancia. Se engañan para poder cometer sus crímenes carentes de toda luz o humanidad. 

Apagan su alma como una vela dejando tan solo humo y cenizas. Es muy difícil Iván volver a encender esas almas pero no imposible, por que Dios siempre deja una pequeña chispa en ellos para que puedan encontrarla cuando la busquen y es entonces cuando empieza su viaje al purgatorio., por eso no tiene prisa Iván, por que su instinto les dice que cuando avancen deberán pagar por cada uno de sus actos.Algunos lo viven ya en esta vida, otros deben pasar al otro lado para empezar a ver. En cuanto empiezan a tomar consciencia del dolor que provocaron empiezan a sentir un vértigo atroz, un miedo terrible les corroe el corazón. Y esto es solo el principio del sufrimiento que han atraído hacia si mismos.

En cuanto empiezan a avanzar hacia la consciencia empiezan a sentir las emociones de sus victimas, es entonces cuando les empieza a envolver silenciosa y disimulada la sensación de culpabilidad que cada vez va creciendo más y más dentro de ellos enraizándose en lo más profundo de sus espíritus imperfectos, retorciendo sus ramas en cada recoveco de su ser oscuro y sucio. Esta será su mayor condena Iván. Olvídate de las leyes de los hombres. Cuando estos asesinos se encuentren ante el juicio de su propia consciencia la sentencia será larga y horrible Iván, tu que eres sensible como yo, deberás aun sea a lo largo del tiempo comprender que son dignos de compasión, pues aunque se condenarán ellos mismos desde su ignorancia el infierno es tan terrible y desgarrador que no debemos desearselo a nadie. Pero bien puedo decirte que no dudes ni por un instante que ellos pagarán por todos sus actos, al igual que lo haremos tu y yo aunque solo sea por pecados menores. 





Mi querido nieto, al igual que tu has crecido y has entendido el dolor que causa la tortura aun sea al menor de los seres algún día todos los hombres habrán crecido y entenderán el dolor que causan cada una de sus malas acciones. Toda maldad nace desde la ignorancia de una alma dormida y anestesiada por una mente al servicio de las más bajas pasiones como son la rabia, el miedo o el dolor. de muchas maneras. Dale tiempo a los hombres para crecer, pues sus almas son desgraciadas con lo que hacen y hasta que no avancen la felicidad les será negada de todas las formas posibles, habidas y por haber.



Recuerda las palabras que Jesús le dijo a su  amado progenitor celestial 

estando trágicamente crucificado: 


Padre, 

perdónalos 

porque no saben lo que hacen. 

(Lucas 23:32-34)





El gran Maestro Jesús sabía esta eterna verdad  mi querido Iván, solo la ignorancia puede coexistir con la maldad y esta se incendia con el miedo. Yo se que la mayoría de las personas que nos rodean no se dejan ya impactar por las imágenes de brutalidad que muestran en los televisores, yo se que los gritos de terror y muerte que bullen en nuestros aparatos ya no conmueven los corazones. Se que los animales sufren también todo tipo de torturas y humillaciones con el beneplácito de muchos. Pero créeme si te digo que una mayoría sufre aun desde su inconsciencia, y no creas que no les duele todo esto, lo que sucede es que han tomado el camino mas fácil. Han anestesiado sus almas para no sufrir, para poder soportar su estancia en la tierra.


No cometas ese error jamás mi querido Iván. Yo se que ser como somos tu y yo es un camino muy áspero y solitario pero recuerda querido nieto que sentir compasión y dolor por el sufrimiento de los otros es lo que nos hace humanos, es esta la pasión que movió a Jesús a dar su vida por todos nosotros, es esta la pasión de los que arriesgan su vida por defender a su pueblo, es esta la pasión de los que arriesgan sus vidas para salvar las de otros, es esta, querido Iván, la pasión de un corazón vivo que sufre y lucha a partes iguales porque quiere un mundo mejor para todos, y esto es lo que le hace mantener viva su humanidad.




*** OPINIÓN ***

Sus opiniones son muy valiosas para mí, 
por favor, déjame un comentario compartiendo tu opinión,

 dime:

 ¿Que opinas tu de la maldad humana? 
¿Crees que algún dia despertaremos? 
¿Hay un más allá donde pagaremos nuestros más graves errores? ¿Es la ignorancia álmica la causante de tanto mal?
 ¿Están las personas anestesiadas ante el dolor ajeno?



>>> Recomendación <<<

Después de escribir este articulo buscando imagenes relacionadas me topé con el siguiente articulo
¿De dónde viene el mal en el mundo y como se genera? de Alice Miller a pesar de ser bastante largo bien merece la pena. Al empezar a leerlo me imbuí más y más hasta no poder parar hasta haberlo terminado. Ojala lo disfruten tanto como yo. 



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