martes, 7 de junio de 2016

¿Regalo de Dios, acto mágico o casualidad?


Estas son dos de las fotografías que obtuve en mi ultima salida,
 y ambas forman parte de una curiosa experiencia.




Al poco rato de llegar al lugar empece escuchar que todos decían que había un montón de ranas, por lo que deduci que todos habían disfrutado de su presencia. 

Pero a mi se me había escapado la oportunidad.

 Cada vez que me asomaba al estanque con ilusión por ver alguna rana solo podía oír el chofff! que producían al chocar sus cuerpos contra el agua. Entonces yo me quedaba como embobada mirando el movimiento del agua con sus formas circulares expandiéndose unas sobre otras escondiendo con recelo los cuerpos escurridizos que se acababan de zambullir en la protección de su profundidad.

Tengo que  ver una rana antes de irme. Afirme para mi misma como si quisiera autoconfirmame una realidad que no fuera concebible de ningún otro modo. Al menos ver una, sino puedo fotografiarla al menos tengo que poder verla. Dije entre dientes. Y es que debo reconocer que sigo siendo como una niña, realmente era algo que me hacia ilusión.

Autoconvencida por mi propia autodeterminacion deje atrás el estanque para volver mas tarde. Me encamine a hacer distintas fotografías con mayor o menor satisfacción hasta que me tope con una pequeña mariposa de alas azuladas cuyos destellos bajo la luz del padre sol me cautivaron el alma dejándome asombrada, maravillada, extasiada y fascinada.

Agarre la cámara dispuesta a dispararla para congelar ese divino instante, para hacer mía de algún modo esa belleza, para capturar su magia y así a través de la imagen poder disfrutar de ella siempre que lo desease y aun mas, poder también compartir ese gozo con otras personas.

Las cosas a veces no son como esperamos, y para mi fue decepcionante ver como mi modelo desaparecía ante mi agitando gracilmente sus diminutas alas sin que yo hubiera logrado conseguir ni una sola fotografía de su esplendor.

Algo habia fallado, la camara no se disparaba y yo en mi desconocimiento novel de tal artefacto no logre comprender que le ocurria al dichoso mecanismo que pareciera estar bajo alguna malefica influencia. 

Decepcionada dije casi sin pensar, embargada por la emoción del momento: por favor, quiero otra oportunidad. Deseo fotografiara este bello ser. Tengo que tener la suerte de poder capturar su belleza, por favor. De nuevo como un niño caprichoso que pide con fervor una piruleta de colores convencido de la bondad de los mayores estaba afirmando en mi interior un futuro incierto que en mí se representaba cierto, aunque sin embargo no estaba completamente exento de un pequeño halo de duda.

Jesús dijo Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.  (Mateo 7:7-11).

Ciertamente sus palabras eran, son y serán siempre una máxima esotérica. En este extraño universo en el que vivimos, pedir con fe es como poner los primeros ladrillos a la construcción de una nueva realidad. Por diversos motivos esta realidad no siempre sigue adelante en su construcción. El que esto ocurra no debe sorprendernos puesto que solo falla en apariencia nuestra, lo cierto es que todo ocurre por un motivo y todo tiene un por qué aunque sea este desconocido por nuestra razón. 


>>> Para conseguir nuestros propósitos ya sea consciente o inconscientemente debemos atender a tres puntos básicos: 


1.- Tener muy claro lo que queremos. Si tenemos cualquier tipo de duda o confusión al respecto la petición no será clara y por lo tanto los resultados imprevisibles. 

2.- Desearlo con mucha fuerza, es decir, impregnar esa petición de una fuerte emoción/sentimiento.

3.- Tener fe. Si dudamos que sea posible la materialización de nuestro pedido la energía se dispersará y por tanto no lograremos nuestro objetivo. 


*Estos puntos son los seguidos durante toda la historia por bruj@s y mag@s para realizar todo tipo de hechizos, pociones y sortilegios. Esta es una de las bases de toda la magia habida y por haber. 



Regalo de Dios, acción mágica o casualidad lo cierto es que me topé primero con la mariposa azul y luego con la rana, esta ultima después de esperar con cierta paciencia sentada al borde del estanque empeñada en ver aparecer alguna. Y lo más curioso del asunto fue el comportamiento de estos dos animales que en lugar de asustarse con mi presencia parecían posar con gracia y paciencia hasta que hube tomado todas las fotografías que quise, moviéndome a su alrededor mientras la pequeña mariposa movía lentamente sus alas regalándome diferentes puntos de vista de sus colores y formas y la simpática rana mirándome tranquilamente mientras yo rodeaba todo el estanque tratando de acercarme lo más posible a ella para realizar mejores fotos mientras las piernas me temblaban temiendo caer al agua por algún despiste inoportuno.

ESTE ERA EL CIELO QUE ENCONTRAMOS AL LLEGAR AL LUGAR,
 REALMENTE INSPIRADOR ¿NO LES PARECE?



Y vosotros que opináis de estas fotos, ¿fueron un regalo de Dios, una acción mágica semi-inconsciente o pura casualidad? ¿Habéis tenido alguna experiencia similar? Contádmelo abajo en los comentarios ;)

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