Tanto biologicamente como energeticamente venimos programados de formas distintas según como lo han estado nuestros ancestros. Esto, como todo en la vida, tiene aspectos tanto positivos como negativos. Las historias familiares se repiten una y otra vez en el linaje por una tendencia inconsciente de repetir los mismos patrones que tenemos incorporados "de fabrica" y por tanto surgen los pensamientos y acciones derivados de estos en forma automática. Son costumbres arraigadas en nosotros que simplemente surgen. Una gran parte de ese bagaje emocional es a lo que solemos llamar "personalidad" o "carácter" términos peligrosos que nos llevan a frases tales como "es que yo soy así", "es mi forma de ser" y otras afirmaciones similares que nos llevan a estas otras "no lo puedo evitar", "lo hago sin darme cuenta", etc.
Lo cierto es que solo nosotros somos responsables de cambiar esos patrones, ciertamente de no hacerlo somos victimas, pero victimas de nosotros mismos y de nuestros propios miedos e inseguridades.
Las tribus más antiguas ya se dieron cuenta de estas tendencias familiares. Estas coinciden con otros movimientos esotéricos más modernos en el entendimiento de estos patrones como influencias que nos llegan de los espíritus de nuestros ancestros. Se sabe (o se dice, según las creencias de cada cual) que los espíritus que han quedado anclados cercanos a la tierra en los planos de baja frecuencia reviven y experimentan sus vicios y costumbres a través del "cuelgue" energetico ejercido hacia una persona que sea afín energeticamente, es decir, con costumbres, personalidad, gustos, vicios u otras particularidades similares al ser fallecido.
Estos espíritus pueden acercarse a cualquier persona que perciban como similares a ellos pero por lo general suelen elegir preferentemente a personas de su mismo linaje familiar u otras veces a personas con las que han tenido algún tipo de relación de amistad o de pareja. El modo de actuar de estos entes es incitando a la persona a actuar bajo los deseos del espíritu, si por ejemplo este en su vida era fumador tendrá ansia en el otro lado por hacerlo, entonces debido a esa imposibilidad en el otro lado de realizar este tipo de actos infundirá pensamientos, deseos y ansias a la persona viva que pueden incitarle a fumar más y más creyendo que es algo propiamente suyo aunque en verdad sea una impregnación externa. Esto es solo un ejemplo para que se entienda el procedimiento supuestamente seguido por estos seres.
Cada espíritu puede tener sus propios motivos y necesidades y estas serán con las que impregnen a las personas a las que ronden energeticamente. No siempre los espíritus tienen vicios o malas costumbres sino simplemente se van al otro lado con sus virtudes y defectos, estas virtudes y defectos pueden también impregnar a las personas con las que ellos sienten afecto o afinidad de forma positiva e inspiradora.
Debemos recordar que en ELM usamos términos espirituales como metáforas para entender motivaciones y problemáticas humanas. Creemos en el más allá pero debemos permanecer con los pies firmemente anclados a tierra por ello instamos en que aprendamos a ver las enseñanzas que nos hablan de espíritus y otros seres espirituales como metáforas que sirven para entender y mejorar aspectos variados de nuestra vida diaria más que de forma literal. Aunque aceptamos y respetamos la creencia de que estos seres existen, sin afirmarlo ni negarlo hacemos uso de lo aprendido sobre ellos para aportar conocimiento a las personas advirtiendo el peligro que conlleva obsesionarse con estos elementos y recordando a nuestros lectores que ningún espíritu puede dañarlos si ellos no lo permiten ni les ceden el poder, lo cual afirmamos apoyándonos en la opinión de personas especialistas en estos temas que han tenido experiencias paranormales y se han dedicado a su estudio durante toda su vida.
☆*• Sombra de Basth •*☆
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