sábado, 30 de julio de 2016

No podemos aceptar ideas y actos que van en contra de la ética y la moral

*Actualización

El atentado a París del 13 de noviembre provoco en mi un revuelo de emociones indescriptibles. Los contactos que tenia en esos momentos en facebook pudieron percibir el cambio que sobrevino en mí. En pocos días pase de compartir publicaciones sobre arte y naturaleza a hacerlo sobre la guerra, los refugiados y el fanatismo religioso.

Al sucederse tan desgraciados acontecimientos la natural conmoción de la población no se hizo esperar provocando en las redes sociales un aluvión de banderas en apoyo a París, dibujos y mensajes de condolencia, apoyo y paz, y sobretodo, todo tipo de comentarios más o menos afortunados. De repente todos dábamos nuestra opinión sobre los sucesos y todo lo que de algún modo se relacionaba con ellos. 

Pero yo me pregunto, ¿cuantos de los que debatimos, antes de hablar y pelear por nuestras creencias al respecto, nos paramos a pensar en lo ignorantes que somos la mayoría de nosotros? ¿Cuantos asumimos nuestro escaso o nulo conocimiento de la situación?. ¿Acaso creemos que el mero hecho de seguir las noticias de la prensa vendida y manipulada por los gobiernos es suficiente para crearnos una opinión objetiva? ¿Tanta fe tenemos a los clásicos medios de comunicación? ¿De verdad nos creemos que nos cuentan todo tal y como ocurre? 



Tristementno es solo que los magnates de las cadenas manipulen a su interés la información, es que además la mayoría de veces los reporteros que cubren la noticia no tienen un verdadero conocimiento sobre los temas que cubren, no son investigadores, ni estudiosos, ni intelectuales, simplemente dicen y comparten lo que les cuentan o lo que ven sin hacer un trabajo previo de documentación profundo, no tienen capacidad de análisis así como tampoco lo solemos tener nosotros como publico, y de tenerla, se les prohíbe tajantemente compartirla de forma pública. Esto es algo que se ha comprobado en infinidad de ocasiones por "extraordinarias cagadas"  que han "colado" sin querer en varias ocasiones y que han sido tan extremadamente evidentes que han quedado en completa evidencia ante todo el mundo, eso sí, pronto lo olvidamos y vuelta a empezar.

Concluyendo, yo también quería opinar pero no me gusta hablar así sin más y mucho menos cuando se tratan temas tan delicados así que empecé a buscar respuestas a través de todos los contenidos que lograba encontrar. Yo jamás me cierro puertas, al menos no a la hora de aprender. Empece a investigar tanto en paginas religiosas creadas para compartir y difundir la fe de estos grupos con nosotros y en paginas de corte radical donde se ofrecen "soluciones" y opiniones francamente grotescas que atentan directamente contra la vida y la dignidad humanas. He dedicado tiempo a leer los libros sagrados de algunas religiones y  evidentemente cada grupo tiene sus propias razones y modos de mostrarse ante el mundo, aunque tienen muchas cosas en común, se diferencian de distintas maneras entre ellos. 

Opinar sobre individuos o grupos de personas con los conceptos de bueno/malo es simplista y poco realista. 




Desgraciadamente caemos en este error de forma muy común y en el proceso obviamos las causas que realmente alimentan dichas acciones. No queremos ver ni escuchar ningún discurso políticamente incorrecto, nos han dicho que debemos ser tolerantes con todas las ideas y creencias de todos y por tanto las defendemos a capa y espada sin molestarnos siquiera a analizarlas, nos tiramos a la piscina de la igualdad y el respeto sin mirar si hay agua o si nos vamos a dar de cabeza contra el suelo. Esto nos puede conducir a caer en un abismo muy peligroso. 



No es cierto, no todo es tolerable. Si queremos ser espiritualmente perfectos debemos aceptar y respetar a todas las personas, es decir, tratarlas dignamente, así sean asesinos, enfermos o simples mortales como nosotros, pero no debemos caer en el error de confundir esto con tolerar, ni mucho menos, con apoyar sus pensamientos o actos.



No podemos aceptar el adoctrinamiento dictatorial de las personas, no podemos aceptar la manipulación de millones de niños y adolescentes, no podemos aceptar que se amenace a vida o muerte la libertad de pensamiento, no podemos aceptar que se incite al odio y al asesinato por ningún motivo, no podemos aceptar que se enseñe a mentir, a engañar y a aprovecharse de la buena voluntad de otros para imponer ideas en cuando sea posible, no podemos apoyar la difusión literal de textos que encorsetan a las mujeres tratándolas como seres impuros y de poco seso dándoles validez, no podemos apoyar que falsos guías espirituales digan a las mujeres que son culpables de provocar el deseo de los hombres, y mucho menos que por ello deben ser apedreadas, no podemos permitir que en nuestros colegios se enseñe a tomar como ejemplo de vida a un violador pederasta ... y la lista de "no podemos" es casi infinita. 


Son muchas las religiones que están hoy día actuando en detrimento de las personas, unas con pocos seguidores, otras, muy preocupantes por el enorme numero de personas que las practican ciegamente lanzando cohetes en forma de atentados, anulando a los seres humanos alejándolos de su esencia divina y extendiéndose como un cáncer social. Los actos malvados y depravados que se aceptaban en el pasado no pueden hoy ser apoyados por nosotros. Hemos avanzado como cultura y como seres humanos, mucho menos de lo que sería deseable, pero aun así, debemos proteger lo conseguido hasta ahora y no permitir que nos obliguen a volver hacia atrás hacia tiempos oscurantistas.




Muchas personas aun creen que las enemistades de los grupos sociales actuales tienen que ver con el color de piel o la procedencia de las personas, esto es un error infantilista, debemos ser capaces de ver más allá. Hoy dia gracias a Dios hemos avanzado lo suficiente para entender y aceptar que todos tenemos el mismo derecho a ser tratados desde el respeto y la igualdad, tan solo una minoría arcaica de personas caen en el absurdo de diferenciar a otro por estas cuestiones. En nuestros tiempos los motivos son mas sutiles y escurridizos, y por tanto, más peligrosos.

Las guerras empiezan desde abajo, porque los peones hacen lo que su mandatarios esperan de ellos, hoy dia los grandes cargos del mundo siguen apostando para seguir aumentando su poder económico y la forma de enfrentarnos es usando a su favor ideas políticas y religiosas, tal y como han hecho siempre. Creemos que ya hemos superado todo esto, pero no es cierto, no lo hemos hecho completamente como sociedad avanzada, ni mucho menos, lo hemos hecho como grupo humano que somos a nivel mundial.



Seguimos apresados por los yugos del miedo y la ignorancia, cada vez más cerca de la luz y la claridad, pero aún estamos tan lejos...



Si somos conscientes de esta realidad no podemos apoyarla, para apoyar esta barbarie solo pueden darse dos posibilidades, o bien debemos ser ignorantes de esta abominación, o bien, estar inmersos en el monstruo sectario que anula el pensamiento libre e individual ya sea como victima u opresor, y no en pocas ocasiones, siendo a la vez, victima y opresor del mismo demonio al que se sirve, esto es, el propio fanatismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario