"Se me escapo la sombra" Esta es la expresión que utilizo cuando mi parte oscura toma el control en cualquier situación de mi vida. Es decir, cuando en lugar de actuar desde el equilibrio y la armonía interior me dejo llevar por el miedo, la ansiedad o la rabia. Es como un enorme perro atado, al que nos esforzamos en sujetar constantemente. Tarde o temprano nos sentimos cansados, agotados, faltos de descanso, sin fuerzas, y es entonces cuando aprovecha para liberarse y hacer de las suyas hasta que conseguimos atraparlo de nuevo y volver de nuevo al punto de inicio.

La sombra es aquella parte subconsciente de nosotros mismos que no queremos ver ni aceptar y por tanto, la reprimimos y bloqueamos, de este modo lo único que conseguimos es que crezca de un modo salvaje como un jardín abandonado en que las raíces y las malas hierbas nos alcanzan en forma de gritos innecesarios, peleas subidas de tono, fobias de cualquier tipo, llantos inexplicables, depresiones que se alargan en el tiempo, taquicardias, ataques de pánico o cualquier otra expresión que alcance a salir de esta faceta reprimida por haberla negado y descuidado.
En tales momentos nos encontramos con un paisaje desolador y con un enorme trabajo por hacer, tan grande y agotador, que a veces sentimos que es demasiado para nosotros y entonces tiramos la toalla, nos dejamos vencer por esta parte oscura y tan solo nos esforzamos en seguir reprimiendo y ocultando esta faceta personal que tanto nos molesta haciendo que esta siga creciendo y expandiéndose dentro de nosotros tomando el control de la situaciones diarias de nuestra vida cada vez con mayor fuerza y constancia, atacando así de un modo peligroso la estabilidad de nuestras relaciones profesionales y personales.
Cuando el miedo, la ira o la ansiedad están fuera de control es momento de cerrar los ojos y tomar consciencia de todo aquello que hemos estado reprimiendo por largo tiempo.
Cuando el miedo, la ira o la ansiedad están fuera de control es momento de cerrar los ojos y tomar consciencia de todo aquello que hemos estado reprimiendo por largo tiempo.

Entonces sucede, que en verdad, tan solo nos quedan dos opciones, o quedarnos en la oscuridad, deprimirnos y paralizar nuestra vida o, alcanzar a esta sombra que forma parte de nuestra esencia y traerla de vuelta a la luz de la conciencia entendiendo sus motivos y sus razones, e ir arrojando sobre ella la aceptación y el perdón que necesitamos para sanarla.
Llegados a este punto ya podremos valorar como solucionar la causa del desequilibrio interno y trabajar para que no se vuelva a repetir, o al menos, si esto no es posible, podremos trabajar en crear respuestas alternativas para actuar de un modo mas adecuado en cuanto estas circunstancias se presenten.
Una vez que hemos buscado las razones ocultas de aquello que no queremos ver o reconocer en nosotros mismos ya podremos desde esta aceptación de la sombra trabajar con esta para realizar un cambio e integrarla en nosotros de nuevo.
Aun con miedo, ansiedad o rabia podemos actuar correctamente para el mayor bien propio y de todos aquellos que nos rodean. Una vez que la sombra es aceptada y adiestrada correctamente podemos acceder a nuestra guía interna y dejarnos llevar por la intuición y la inspiración universal aprendiendo a sanar todo aquello que esta en desequilibrio en nosotros, perfeccionando nuestro caracter y engrandeciendo nuestro espíritu.
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