Más allá de los propios miedos y pudores personales existen ciertas cosas de las que se da por supuesto que no se pueden hablar y si alguien lo intenta se les presiona y elimina para dejen de hacerlo y de paso, sirva el escarnio como ejemplo para cualquier otro que se le ocurra intentarlo de nuevo.
Temas tabú como la religión, la política o el racismo solo pueden ser abordados dentro de unos limites e ideologías compartidas y aceptadas socialmente. Todo aquello que perturbe las ideas ya preconcebidas que se tienen sobre ello son motivo de exclusión social e incluso laboral en algunos casos.
Hay casos como por ejemplo (lo primero que me viene a la mente) la lucha de Frank Cuesta por destapar las mafias que se lucran con la venta ilegal de animales o los atentados sufridos en la revista de Charlie Hebdo son casos contemporáneos que deberían hacernos tomar consciencia del peligro real que supone decir "verdades como puños" cuando contradicen los intereses de algunas personas. Esto debe hacer que nos planteemos sinceramente si estamos viviendo una verdadera libertad de expresión sobretodo a lo que a la prensa se refiere y dejarnos ya de embaucar con este mundo edulcorado que han creado a nuestra medida para conformarnos como a niños ilusos.
~Sdb~
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